La cirugía ortognática, comúnmente conocida como cirugía de mandíbula, es un procedimiento correctivo destinado a abordar una amplia gama de irregularidades esqueléticas y dentales. Estos pueden incluir desalineaciones de las mandíbulas y los dientes, lo que puede causar dificultades para masticar, hablar y respirar, además de afectar la estética facial. Este artículo explora los beneficios, el procedimiento, la recuperación y los riesgos potenciales asociados con la cirugía de mandíbula, proporcionando una guía completa para quienes estén considerando este tratamiento transformador.
Comprender la cirugía de mandíbula
La cirugía de mandíbula implica reposicionar la mandíbula superior (maxilar), la mandíbula inferior (mandíbula) o ambas para lograr una mejor alineación y funcionalidad. A menudo se realiza junto con tratamientos de ortodoncia para corregir problemas de mordida y mejorar la armonía facial general. La cirugía ortognática puede abordar problemas como sobremordida grave, submordida, mordida cruzada, mordida abierta y asimetría facial.
Beneficios de la cirugía de mandíbula
Funcionalidad mejorada
La cirugía de mandíbula puede mejorar significativamente las funciones de masticación, habla y respiración al corregir las desalineaciones y mejorar el equilibrio general de las mandíbulas y los dientes.
Estética mejorada
Al realinear las mandíbulas, la cirugía ortognática puede mejorar la simetría y las proporciones faciales, lo que lleva a una apariencia más equilibrada y estéticamente agradable.
Alivio del dolor
La cirugía de mandíbula puede aliviar el dolor crónico y las molestias asociadas con los trastornos de la articulación temporomandibular (ATM), el rechinar de dientes (bruxismo) y la desalineación de la mandíbula.
Resultados a largo plazo
Los resultados de la cirugía de mandíbula suelen ser duraderos y brindan una solución permanente a problemas funcionales y estéticos.
El procedimiento de cirugía de mandíbula
Comprender los detalles del procedimiento de cirugía de mandíbula puede ayudar a los posibles pacientes a prepararse para lo que pueden esperar y garantizar una experiencia de tratamiento más fluida.
Consulta previa al tratamiento
Antes de someterse a una cirugía de mandíbula, los pacientes tendrán una consulta exhaustiva con un cirujano oral y maxilofacial. Durante esta consulta, el cirujano evaluará la salud general del paciente, examinará su estructura dental y esquelética y discutirá sus objetivos y expectativas. Se utilizan herramientas de diagnóstico como radiografías, tomografías computarizadas e impresiones dentales para crear un plan de tratamiento detallado. El cirujano también revisará el historial médico del paciente y explicará el procedimiento en detalle.
Preparación de ortodoncia
La mayoría de los pacientes se someterán a un tratamiento de ortodoncia con aparatos ortopédicos o alineadores transparentes durante varios meses o algunos años antes de la cirugía para alinear los dientes en preparación para la realineación de la mandíbula.
El procedimiento
La cirugía de mandíbula generalmente implica anestesia general y puede durar varias horas, según la complejidad del caso. El procedimiento implica varios pasos clave:
- Incisiones: El cirujano realiza incisiones dentro de la boca para acceder a los huesos de la mandíbula, minimizando las cicatrices visibles.
- Corte y reposicionamiento de huesos: Los huesos de la mandíbula se cortan y se reposicionan según la alineación deseada. Esto puede implicar extraer o agregar hueso para lograr la posición correcta.
- Fijación: Se utilizan placas, tornillos y, a veces, alambres para asegurar los huesos en su nueva posición.
- Cierre: Las incisiones se cierran con suturas y se traslada al paciente a un área de recuperación.
Recuperación y cuidados posteriores
La recuperación de una cirugía de mandíbula requiere una cuidadosa atención a las instrucciones posoperatorias para garantizar una curación y unos resultados óptimos.
Atención inmediata post-tratamiento
Inmediatamente después del procedimiento, los pacientes pueden experimentar hinchazón, hematomas y malestar en las áreas tratadas. Se pueden recetar analgésicos y antiinflamatorios para controlar el malestar y reducir la hinchazón. Los pacientes suelen permanecer en el hospital durante uno o dos días para su seguimiento y recuperación inicial.
Cuidado en el hogar
Los pacientes deben seguir estas pautas generales durante el período de recuperación:
- Dieta: Comience con una dieta líquida y cambie gradualmente a alimentos blandos a medida que avanza la curación. Evite los alimentos duros o masticables que puedan forzar la mandíbula.
- Higiene oral: Mantenga una buena higiene bucal con un cepillado y enjuague suaves para prevenir infecciones. Siga las instrucciones del cirujano sobre cómo limpiar la boca sin alterar los sitios quirúrgicos.
- Evite actividades extenuantes: Abstenerse de ejercicios extenuantes y actividades que aumenten el flujo sanguíneo a la cara durante varias semanas después de la cirugía.
- Citas de seguimiento: Asista a todas las citas de seguimiento con el cirujano para monitorear el progreso de la curación y abordar cualquier inquietud.
Tiempo de recuperación
La fase de curación inicial de la cirugía de mandíbula suele tardar entre 6 y 12 semanas, durante las cuales los huesos de la mandíbula sanan y se estabilizan. La recuperación total y los resultados finales pueden tardar hasta un año a medida que la hinchazón disminuye y los huesos continúan remodelándose.
Riesgos y complicaciones potenciales
Si bien la cirugía de mandíbula es generalmente segura, conlleva algunos riesgos y complicaciones potenciales:
Infección
Mantener una higiene adecuada y seguir las instrucciones de cuidados postoperatorios puede ayudar a prevenir infecciones. Los signos de infección incluyen aumento del enrojecimiento, hinchazón, dolor y secreción.
Lesión nerviosa
Existe el riesgo de lesión nerviosa temporal o permanente, que puede afectar la sensación en la cara, los labios y la lengua. Esto suele ser poco común.
Recaída
En algunos casos, la mandíbula puede volver a su posición original. El seguimiento del tratamiento de ortodoncia y el cumplimiento de las pautas posoperatorias pueden minimizar este riesgo.
Hinchazón y moretones
La hinchazón y los hematomas son efectos secundarios comunes y, por lo general, se resuelven en unas pocas semanas. Mantener la cabeza elevada y aplicar compresas frías puede ayudar a reducir estos síntomas.
Combinar la cirugía de mandíbula con otros tratamientos
Para obtener resultados integrales de rejuvenecimiento facial, la cirugía de mandíbula se puede combinar con otros tratamientos estéticos y funcionales. Las combinaciones comunes incluyen:
Ortodoncia
Combinar la cirugía de mandíbula con un tratamiento de ortodoncia garantiza que los dientes estén correctamente alineados, mejorando tanto la función como la estética.
Rinoplastia
Combinar la cirugía de mandíbula con la rinoplastia puede armonizar el perfil facial general y mejorar la apariencia de la nariz y la mandíbula.
Liposucción Facial
Combinar la cirugía de mandíbula con la liposucción facial puede realzar los contornos del rostro, proporcionando una apariencia más definida y juvenil.
Conclusión
La cirugía de mandíbula ofrece una solución muy eficaz para las personas que buscan corregir problemas funcionales y estéticos relacionados con la desalineación de la mandíbula. Al comprender los beneficios, el procedimiento, el proceso de recuperación y los riesgos potenciales, los pacientes pueden tomar decisiones informadas y tomar medidas proactivas para lograr los resultados deseados. Consultar con un cirujano oral y maxilofacial calificado es el primer paso para explorar esta opción de tratamiento transformadora y lograr una estructura facial más equilibrada y funcional. Ya sea que se use sola o en combinación con otros tratamientos, los resultados de la cirugía de mandíbula pueden proporcionar mejoras significativas tanto en la apariencia como en la calidad de vida.